Noche que invita al pecado,
de fragancias frescas
y brisa templada,
de luces de ensueño
y animales sueltos,
de motores prestos,
de insomnio anhelado.
Noche que imita verano
en este julio loco
y tan desencajado,
que transporta al ocio
y transpira amados,
de amores urbanos…
de amores paganos…