lunes, 20 de junio de 2022

Temprano

Dios querido...

Ni tan poco como para no vivir, ni tanto como para que lo vivido se disuelva en los recónditos rincones del alma, empolvados recuerdos gratos que a la hora de acompañar los huesos doloridos no alcancen para aliviar dolores ni mitigar errores. El tiempo justo te pido para que quienes lidien conmigo me lloren y añoren acaso un poco más, ajenos a la realidad del día a día de ya no tener qué hacer por acá más que subsistir. Cuando digas será, pero dado que nunca será el tiempo que el corazón aprueba, que sea temprano y duela sí (x que doler va a doler siempre) pero no estirar las penas que acarrean no solo dolor sino la espera...